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  • Si nos ceñimos a gustos personales y a las sensaciones que transmiten, tanto los libros, la literatura en general y los vinos tienen mucho en común.

Sin considerarme, ni ser lector empedernido, más por otras obligaciones que por gusto, que por si uno fuera, le dedicaría el mismo tiempo a las letras que a los vinos, siempre tengo cerca de tan buenos vinos muchas lecturas interesantes.

 

El gusto del vino es como el de la lectura, una vez que encuentras tu estilo, te aficionas y de ahí es probable que comience la inquietud por conocer otros estilos.

 

Beber vino es beber territorio, historias, paisajes. Un enólogo interpreta las distintas variables (variedad, edad del viñedo, clima, latitud, altitud, momento de vendimia, medios técnicos… ) no es fácil elaborar un vino (bueno) igual que un escritor interpreta su historia y necesita un vasto conocimiento de lo que intenta plasmar en el papel.

 

En ambos casos, hablamos de un proceso creativo y por lo tanto siempre va a estar expuesto a crítica, a la interpretación de quien lo consume, sea texto, sea líquido. A partir de ahí la objetividad se complica cuando alguien conoce el autor. Es por eso que en la guía Wine Up! siempre se catan los vinos a ciegas igual que en los más importantes concursos literarios los autores acuden con seudónimos.

 

Es curioso que cuando estás en un evento de vino, mucha gente se acerca a hablar contigo y de barrera comienzan con el “yo no entiendo de vinos”, sin embargo, cuando están en una presentación literaria o un acto cultural no dicen… yo no entiendo de arte. El vino no hay que entenderlo, eso en todo caso es para los profesionales. El vino es para disfrutarlo al igual que la lectura es para disfrutarla. Si te gusta un libro lo recomiendas… si te gusta un vino, recomiéndalo también, es la mejor forma de dar tu reconocimiento al autor.

 

Dicho esto, os dejo una relación de libros en los que el vino es protagonista o de vital importancia para el desarrollo de la narración, también otros libros que considero imprescindibles si quieres saber algo más sobre el vino, aunque lo importante, repito, es disfrutarlo.

 

UN VIÑEDO EN LA TOSCANA – Ferenc Maté (Seix Barral)

Ferenc Maté nos cuenta todo el proceso de poner en marcha una bodega, pasar del gusto por el vino a convertirse en viticultor y bodeguero.

 

 

EL SILENCIO DE LAS VIÑAS – Gisela Pou (Planeta)

Detrás de la trama familiar, se explica a la perfección el proceso de elaboración de un cava, es decir, de los vinos espumosos. Un libro que disfruté enormemente y que destaco el conocimiento de Gisela Pou en todo lo relativo a la elaboración de los vinos espumosos.

 

 

LA BODEGA – Noah Gordon (Roca Editorial)

Un Best Seller, viniendo de Noah Gordon era de esperar. Cuenta con detalle una de las épocas más importantes de la viticultura en la historia de la humanidad. La devastación que provocó la filoxera, su comienzo en Francia y la llegada a España. Ambientada en Penedés.

 

 

EL HIJO DE LA VID – Carlos Clavijo (Temas De Hoy)

Carlos Clavijo repite la temática de Noah Gordon pero la lleva a La Rioja. Personalmente me gustó más El Hijo de la Vid, aunque de ambos libros se aprende algo de historia y lo que fue ese proceso (recuperación del viñedo tras la filoxera) en el campo

 

LOS HEREDEROS DE LA TIERRA – Ildefonso Falcones (Grijalbo)

Ildefonso Falcones hace un viaje en el tiempo más largo, llega al siglo XIV para contarnos los inicios de la destilación, nos habla de la importancia del terruño y el reconocimiento de la variedad Malvasía y su calidad. También se adentra en el papel del “Sumiller”, que en el libro lo denomina “botellero real”.

 

 

LA TEMPLANZA – María Dueñas (Planeta)

María Dueñas se ambienta en el “Jerez” del siglo XIX donde sus vinos y bodegueros son protagonistas. Otra lectura que recomendable y más aún si como yo eres un apasionado de los vinos generosos y cada vez que ves el color ámbar en la copa, tu mente te hace viajar a esas bodegas catedrales únicas en el mundo

 

 

LA BATALLA POR EL VINO Y EL AMOR (como salvé al mundo de la parkerización– Alice Feiring (Tusquets Editores)

En este libro medio novela medio ensayo, Alice Feiring hace una crítica clara a la globalización de los vinos culpando en cierto modo a Robert Parker de ello. Destaca la importancia del terruño, del origen, de los vinos con identidad territorial.

 

 

 

Y ELLOS SE FUERON – Viviana Rivero (Planeta)

Como en el hijo de la vid, la filoxera vuelve ser el punto de partida de una historia familiar, en este caso de Andalucía que emigra a Mendoza (Argentina) donde comienza una gran expansión del viñedo. Amor, pasión, desengaños, todo con una trama muy bien desarrollada en el que la viña tiene un papel fundamental en la vida de los protagonistas.

 

HISTORIA DEL VINO – José Peñín (Espasa)

José Peñín no necesita presentación en España, su nombre está ligado al vino. Es más conocido por su guía de vinos y no tanto por otro libro como este que recomiendo y que entiendo imprescindible.

 

 

MANUAL DE CATA ¿ES BUENO ESTE VINO? – Joaquín Parra (Mundi-Prensa)

He de reivindicar lo mío y en esta relación, hay un libro imprescindible para dar los primeros pasos en el mundo del vino. El manual de cata ¿Es bueno este vino? está en su segunda edición, con muchas correcciones y ampliación de contenidos. Tiene lo imprescindible y básico para adentrarse en el mundo del vino.

Son muchos los libros publicados, aquí hago una relación de 10 que he leído y que me atrevo a recomendar, pero sin duda, esta relación podría haber sido interminable, por suerte para todos aquellos que disfrutamos de la lectura, y del vino.

 

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post publicado en www.wineup.es

Llevamos tiempo en el que en España está normalizado el uso y disfrute de las plataformas de televisión de pago streaming.

Hace dos años que comencé con netflix, en su momento agradecí todas las propuestas que había sobre el mundo del vino y la gastronomía, más de lo que encontramos hoy, pero menos es nada, al menos van creando contenidos originales como la película de producción propia que estrenó el pasado 10 de mayo: “amigas con solera”, suficiente para echar unas risas y ver bonitos paisajes de viñedos y bodegas de Napa.

Se han retirado algunos títulos interesantes como Somm, pero quedan otros que merecen la pena. Especialmente recomiendo “empire of scents”, necesario para comprender los aromas y su importancia.

Con respecto a la película que ha estrenado, bien podría ser la segunda parte con las esposas de los protagonistas de “sideways” (Entre copas) que revolucionó el enoturismo en el año 2004.

Hace pocas semanas, Prime Video estrenaba el reality Wine guys. De producción canadiense, tuve oportunidad de ver de cerca e incluso participar en la grabación de uno de estos capítulos, concretamente el nº 2 que se grabó en parte en Bodegas Verum de Tomelloso, bodega a la que Wine Up dirige la comunicación y RRSS desde 2012.

Esta serie tiene algo más especial, por eso la recomiendo sobre el resto. El co-protagonista es mi buen amigo Charlie Arturaola. Fue un placer compartir esa jornada de rodaje con él. En la cena aparezco fugazmente compartiendo la cena con los protagonistas, incluyendo otro gran amigo, uno de los mejores enólogos de España, Elías López Montero (y esto no lo digo yo por llevar la comunicación de Verum, lo dicen entre otros, la revista Decanter en su número de marzo de 2018).

No os perdáis otro capítulo de esta serie en la que aparece otra gran bodeguera y amiga: Rosalía Molina de Altolandon.

 

Aquí os dejo algunas propuestas, si bien, olvidaros de HBO y de SKY donde no he encontrado nada.

Os invito a que vayáis incluyendo títulos en los comentarios para hacer una lista suficiente para que cualquier winelover disfrute de la televisión y del vino.

Comparto un escueto resumen y trailer para abrir boca.

 

Wine Up!

God Save The Wine!!!

 

NETFLIX

 

Amigas con solera (estrenada el 10 de mayo de 2019)

Unas amigas de toda la vida se van a Napa (California) a celebrar un cumpleaños bañado en vino. Una comedia en la que todo puede empeorar (menos el vino).

Sour Grapes

Documental que nos cuenta un caso de fraude, una estafa con vinos super premium y todo lo que rodea estos tipos de vino que son más para invertir que para disfrutar.

 

Empire of scents

Documental que no se puede perder todo aquel que quiera comprender nuestro comportamiento en la cata, como identificamos los aromas y lo más importante, que nos aportan

 

 

Un año en champagne

Otro documental que nos cuenta en “primeras personas” el milagro del champagne, su elaboración (y justificación del precio).

 

Decanted

Documental que nos trae historias de viñedos, bodegueros y enólogos de Napa Valley. Mezcla la promoción (lógica) de esta importante zona vitícola. Viaja al pasado para hablar como la “ley seca” afectó y como se fue desarrollando una de las zonas vitícolas más importantes del mundo.

 

Prime video

Wine guys

Serie en modo “reality” con Charlie Arturaola como protagonista. Viaja por distintas regiones del mundo buscando los mejores vinos para importar a USA. En el segundo episodio tengo una aparición fugaz en la cena que se realiza con Elías López Montero de Bodegas y Viñedos Verum.

 

Our blood is Wine

Documental sobre el vino y tradiciones en Georgia. Resurgir de una viticultura tradicional que va cogiendo posición en el entorno internacional.

 

FILMIN

En esta plataforma menos introducida encontramos mejor catálogo de documentales y películas. Por poco dinero podemos disfrutar y ampliar nuestros conocimientos.

Muy recomendable!!

 

Saint Amour

Comedia francesa ambientada en el mundo del vino y una feria agrícola. Gerard Depardieu es protagonista y seguro que disfrutó, pues el mismo es bodeguero.

 

Escaping Robert Parker

Un documental que tiene a Robert Parker como protagonista, para bien o para mal, es decir, intentan demostrar que no se necesitan los puntos del crítico de The Wine Advocate

Fermentación espontánea

Llevamos años en España hablando del vino natural. Este documental (premio Collita Most Festival 2016) está basado en el libro: Raíces del vino natural, un año de viña.

Papá, yo de mayor quiero ser “viñero”. Viñero es el término con el que en Tomelloso (y comarca) provincia de Ciudad Real – Castilla La Mancha – Mayor viñedo del mundo, se conoce a los viticultores.

Vignerón o viticultor, un “oficio” que hasta el pasado año estaba no solo en desuso, casi era una “vergüenza” ya que la viña, en La Mancha, solo daba trabajo (no remuneración, ni ganancias) salvo que tuvieras 100 has. o más con sistema de riego, emparrado, te hubieras acogido a cultivo ecológico (con la consiguiente subvención que era el beneficio) o en el mejor de los casos, que tuvieras la viña asegurada y te cayera una granizada, por lo que además de coger algo de uva, te pagara el seguro como si no hubieras vendimiado nada.

Antes de seguir… amigos y uno de mis cuñados son viticultores a título principal y sólo siento por ellos admiración y respeto. Trabajadores incansables, inteligentes y  empresarios de lo suyo. En línea ascendente tengo que recurrir a mis abuelos que supieron de buena fe lo que era trabajar el campo, tirando de animales y de brazo, y también de aquellos que de los años 28 a 35 defendieron con ahínco la viña y la vida digna de los “viñeros” de la época en La Mancha.

Hablo de pasado reciente, ya que hace tan solo dos o tres años, hablábamos de precios aproximados a los 13-15 céntimos de euros el Kg. de uva en la zona Mancha. Es razonable pensar que ningún padre de familia en su sano juicio quisiera que su hijo se dedicara a la viña. Hace 5-7 años el auténtico negocio era ser albañil… 3000-4000 euros mensuales, fines de semana (de tres días) libre  (o chapuzas para aumentar los ingresos), vacaciones…. No había problema si se tenía algo de viña, se contrataba para la vendimia a los sudamericanos y marroquíes (con todo mi respeto hacia ellos) mientras que la “obra” se pagaba mejor. Eso cambió con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Los que ya no vendimiaban, se agarraron a la viña como a un clavo ardiendo y lo que era denostado ya no se veía con tan malos ojos. Ya hacían menos falta los inmigrantes… para darles un sueldo a ellos, se lo daban a un familiar (ex trabajador de la obra).

Vaya por delante que a todo esto no le pongo ni un “pero”. Hemos pasado años de bajos precios en la uva, de precios ridículos en el vino… todo se achacaba a que Castilla la Mancha es la mayor región productora del mundo… lo que justificaban los bajos precios. Aún hoy espero que algún político (los de “antes” que estuvieron 30 años, a los de ahora le doy cierto margen de maniobra ya que llevan poco más de un año) alce la voz diciendo que España, pese a ser el país con mayor extensión en viñedo, es el tercero en producción (pero sí es la región que más viñedo ha arrancado en toda la UE)… esto quiere decir que… si España no es culpable de los excedentes… menos aún lo era Castilla La Mancha, y por lo tanto, NO SE JUSTIFICABAN LOS BAJOS PRECIOS (NI EL ARRANQUE INDISCRIMINADO). Ahora, tampoco quiero exonerar de culpa al sector de la región… Si hubieran hecho sus deberes hace años en la comercialización no dependerían tanto de las ventas a granel. Pero hay que reconocer que es más fácil vender una “botella” de 25.000 LITROS que 33.333 botellas de 0.75 lts. (esto dicho por los propios rectores-responsables de la gestión de muchas cooperativas).

Con todos estos “planteamientos y realidades” llega el pasado año, curiosamente el primero en el que no hay ningún tipo de subvención comunitaria, estatal o regional (quitando lo antes mencionado de los cultivos ecológicos) y acompañado de una menor producción a nivel global, comienzan a subir los precios… de los 13-15 céntimos pasamos a los 25-28 céntimos por kilo de uva… prácticamente el doble en tan solo un año. Los agricultores dejaron de llorar (no destapo a nadie si digo que un agricultor siempre está “llorando” porque o no tiene producción o no se paga lo que produce… o ambas cosas). Como digo, se calma la situación, empresas antes dedicadas a otros sectores, ponen su punto de mira en la viticultura… se empiezan a tener beneficios…  por resumir: La demanda supera a la oferta.

Continúa el ejercicio 2012 y a pesar de subidas de IVA, impuestos, el gasoil a precios desorbitados… seguimos en silencio… no hay quejas de los viticultores ni de las cooperativas. Los sindicatos agrarios parecen desaparecer… ya no amagan con manifestaciones (ni siquiera por el agua)… todo en calma. Llega el mes de Junio, Julio, Agosto… las previsiones son superadas por la realidad de los mercados del vino. Se dispara el precio de la uva… ya se hablan de precios entre los 32 y 40 céntimos por kg de uva en La Mancha y Valdepeñas… Lo nunca visto.

Hay que tener en cuenta que el remolque con 5000 kgs. Que llegaba a la cooperativa (da igual la que fuera) se pagaba aproximadamente a 750 euros… este año estamos hablando que el precio por remolque puede estar en torno a los 1850 euros. Y además… al superar la mano de obra disponible la demanda… los precios se han mantenido (por no decir que han bajado). Miel sobre hojuelas.

Ahora digo… ME ALEGRO, SE LO MERECEN, ES JUSTO… son los precios a los que debería estar el precio de la uva. Estos precios perjudican a los vinos de mesa, pero tampoco doblarán el precio (a no ser que las autoridades extremen los controles y analicen con celo los envases, grados y composición… algo que espero que hagan). En los vinos de calidad la subida será mínima ya que en años en los que el precio de la uva era inferior, el valor no bajó proporcionalmente. Hablo con escandallos en la mano.

Con respecto a los viticultores (viñeros, vignerons) nada, absolutamente nada que objetar. Solamente que guarden parte para repartirlo en años en los que la uva no se pague tan bien (que coincidirá con años de mayor producción).

 

Ayer mismo, hablando con la hija de un “vigneron” de los de todoterreno caro pagado “a tocateja” que decía, con cara de disimulo,  que era una pena, que habían cogido muy poca uva. (es inevitable que asome una lágrima… donde hubo fuego, cenizas quedan.)

El problema que puedo ver es en el sector cooperativo (en Castilla La Mancha supone aproximadamente del 60-70% de la producción) y la “tentación” que pueden tener de relegar los esfuerzos que estaban haciendo en la venta de vinos embotellados por la facilidad de venta de los vinos a granel. Es muy fácil caer cuando vienen a ofrecerte la compra de vinos a granel a precios que duplican el hectógrado hace tan solo dos años. Es muy fácil “olvidar” a los clientes tradicionales, esos que han salvado (LITERALMENTE) el sector años atrás como son los destiladores y concentradores de mosto. Es muy fácil llegar al baile y que a una sonrisa pícara del guapo-guapa de turno, te dejes seducir abandonando al compañero/a de momentos difíciles.

El abuelo de mi mujer (viñero de toda la vida) siempre dice que cuando hay es cuando se puede y debe guardar. Por supuesto hay que invertir, es necesario pero que nadie se vuelva loco.

Por otro lado, las cooperativas que son las que más fácil tienen caer en la tentación del baile del pícaro… ahora es cuando más y mejor pueden trabajar por su futuro, por el futuro de sus socios… abriendo mercados, posicionando sus vinos, DEFENDIENDO LOS PRECIOS. Una estrategia común. No digo “pactar precios” porque además de ser ilegal, es imposible (conociendo al sector), pero sí trabajar en aquello que antes se quejaban no poder hacer… invertir en sus marcas, en sus productos, en su mercado nacional e internacional. (SÍ, mercado Nacional… por difícil que esté, es el nuestro y es el que hay que cuidar, con quien hay que mantener una relación ya que no siempre estará en crisis.

Expuesto todo esto, si… si sigue así el sector, yo de mayor quiero ser viñero, mejor dicho, vigneron en la mancha, y querré que mis hijos también lo sean, porque podrán vivir dignamente, trabajar, ser empresarios, vivir e invertir de aquello que sus/nuestros antepasados nos legaron.

Un viticultor (vignerón) de La Mancha no es menos que uno de Champagne, Bordeaux, Borgoña, Toscana o Piamonte. La diferencia está principalmente en cómo se comercializan los vinos y el tiempo que éstos lo llevan haciendo (la comercialización). El mercado es el que obliga a hacerlo bien para que tenga venta. El peligro está en que éste año se venda todo por igual… como no se reconozca la calidad en los precios, entraremos en una peligrosa dinámica que hará volver a tiempos pretéritos.

 

  • Algunas bodegas como Torres están recuperando variedades ancestrales como respuesta al cambio climático
  • El enólogo ha de plantear junto con el viticultor el futuro de sus vinos a 10-20 años vista.

Hace unos días, Jesús, un joven “viñero” de Socuéllamos, (para que no digan que no hay relevo generacional), me preguntaba que variedad vinífera plantaba. Ante la duda me decía que Airén era un valor seguro en la zona, pero quería aventurarse a otras variedades que no fueran las convencionales (chardonnay, verdejo, syrah, sauvignon blanc…). Mi respuesta no la haré pública, pero sí puedo decir en resumen lo que le recomendé: variedades nacionales y de ciclo largo.

Sobre todo insistí en que lo importante era tener clara una bodega que le comprara las uvas y que elaborara vino con esa variedad, que lo plantara con un seguimiento de esta en un “acuerdo a largo plazo”. Dicho de otro modo, una uva se planta si el vino resultante va a tener mercado en un futuro y esto que para muchos puede ser un contratiempo por el riesgo que supone, es una oportunidad si se sabe trabajar en la parte comercial y de comunicación.

En viticultura contamos con diversas variables que no se pueden modificar ni elegir, el clima, la latitud, altitud, composición del suelo… si la bodega está en una zona, sus viñedos han de estar próximos, contando con estas variables.

Con un proyecto a largo plazo la bodega podrá decidir sobre otras variables como el tipo de porta injerto, variedad vinífera, clon. También se puede decidir qué tipo de cultivo: en vaso o espaldera, aunque hoy en día prácticamente se planta todo en espaldera sin que esto presuponga que la vendimia ha de ser mecanizada.

Con todo esto el enólogo ha de plantear el futuro de sus vinos, y cuando hablamos de futuro, se dice en serio, a 10-20 años vista.

Con respecto a las viníferas, por no complicar en exceso, hablaremos de variedades de “ciclo corto” y de “ciclo largo”, refiriéndonos al ciclo biológico de la vid, la diferencia de la fecha en la que comienza la brotación hasta la maduración de la uva.

Aunque hoy se planta casi cualquier variedad en cualquier zona, cuando nos referimos a variedades de ciclo corto, hablamos de aquellas que maduran rápido. Las de ciclo largo, necesitan más tiempo de maduración siempre teniendo en cuenta la fecha de brotación que dependerá de la temperatura ambiente en el momento del lloro de la vid.

El ciclo de la vid va a depender sobre todo de la temperatura y esta a su vez de la altitud y la latitud de donde está plantada, por lo tanto no se comporta igual la variedad Chardonnay en Andalucía que en Borgoña, al igual que variedades como la petit Verdot madurarán perfectamente en Castilla-La Mancha por su clima cálido mientras que en zonas como Burdeos es complicado que todos los años lleguen a madurar perfectamente.

En la mitad sur de España podemos encontrar la variedad Chardonnay en blanco como la variedad más temprana llegándose a vendimiar a finales del mes de julio como el pasado año 2017 mientras que en la región de borgoña nos íbamos a mediados de septiembre.

La fecha de brotación dependerá como indicábamos antes, del momento en el que la viña comienza el lloro. A partir de ahí podemos ver variedades que maduran a primeros de agosto como la variedad Chardonnay o albillo mayor (ciclo corto) y otras que nos pueden llevar hasta noviembre como la Cabernet Sauvignon, Graciano o Garnacha entre otras muchas (ciclo largo).

 

¿En qué afecta a la calidad de la uva que la maduración de la uva sea en Agosto o en Octubre?

Partiendo de que a mayor amplitud térmica (diferencia de temperatura entre el día y la noche), mayor acidez en los vinos, entendemos que ésta (la acidez natural del vino) no es igual en agosto que en noviembre por las temperaturas del día y la noche.

Todo esto hay que medirlo en dependencia de cada zona del globo terráqueo por su hemisferio y latitud, además de como ya hemos dicho altitud, algo que lo hace complicado de entender para alguien que tiene su primera toma de contacto. Por ejemplo, podemos hablar de los 1200 mts de altitud sobre el nivel del mar del Valle del Uco en Argentina y los menos de 100 snm de zonas en Burdeos y si lo queremos complicar más, tenemos el ejemplo de la isla de Tenerife que pasan de estar a nivel del mar a los 1000 metros en un abrir y cerrar de ojos. Ahí se entiende mucho mejor todo esto que estoy contando ya que los viticultores hablan de variedades en dependencia de la altitud a la que está el viñedo.

Hay zonas en la Ribera del Duero a 900 mts de altitud que aun estando más al sur de Burdeos son más frescas. En Castilla-La Mancha también hay zonas que superan los 1000 mts de altitud. Esto marca una gran diferencia entre las distintas comarcas de producción, no sólo en España, en el mundo entero.

 

Hoy entendemos todos estos parámetros y se miden a conciencia para elegir las variedades que mejor se adaptan al clima. Nuestros antepasados no se la jugaban, plantaban las variedades que mejor se adaptaban a cada zona y no se equivocaban. Hoy el conocimiento nos hace más atrevidos, nos permite una mayor diversidad en vinos y con ello introducir variedades que puede no sean las más adecuadas a futuro sobre todo si queremos hablar de vinos de calidad.

Bodegas Torres habla de recuperar variedades ancestrales como respuesta al cambio climático y no son los únicos que están recuperando variedades para adelantarse a las condiciones climáticas venideras.

En el escenario de cambio climático en el que nos encontramos no hay una solución inmediata para el viñedo, pero sí que se puede trabajar con las variedades existentes e incluso, con el desarrollo de nuevas variedades resistentes a altas temperaturas y estrés hídrico.

 

2019 ©Joaquín Parra Wine Up!

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  • Calidad, tradición y vanguardia son los tres pilares sobre los que trabaja destilerías Altosa. Fundada en 1965 por Juan Antonio López Ramirez, cuya familia viene dedicándose al vino y la viticultura en Tomelloso desde 1788
  • Primera destilería no portuguesa en certificarse como proveedora de alcohol para fortificar sus prestigiosos oportos

 

Alcoholes de Tomelloso S. A. es un ejemplo de adaptación al mercado desde su fundación, cuando otras destilerías cesaban, Altosa supo entender las necesidades de sus clientes aportando al destilado el valor añadido del envejecimiento de las holandas (el destilado de vino más noble que se destina a los mejores brandies) y por supuesto el alcohol vínico que se comercializa en zonas tan importantes como el marco de Jerez (Cádiz) y Oporto, donde fue la primera destilería no portuguesa en certificarse como proveedora de alcohol para fortificar sus prestigiosos oportos.

 

Hoy la familia López Montero (Juan Antonio, Belén, Pedro y Elías) ha heredado el espíritu emprendedor y empresarial de su padre. Actualmente comercializan sus holandas y destilados vínicos en cuatro continentes, convirtiendo a Altosa en una de las empresas punteras del sector, siendo reconocida por su calidad además de la capacidad de producción y ocupando un lugar estratégico en el mercado internacional.

 

Esto les permite un exhaustivo control de calidad desde la materia prima al producto final, sea holanda o aguardiente garantizando la trazabilidad a sus clientes

En Tomelloso cuentan con dos destilerías que suman seis columnas de destilación, siete alambiques con los que destilan con el método Charentais (doble destilación) para los brandies más exclusivos y dos aparatos de destilación de última generación con los que obtienen los aguardientes monovarietales que se comercializan con la marca Verum, estando reconocidos como los mejores del mundo en su categoría. En total, suman una capacidad de destilación de 800.000 litros de vino al día.

 

Altosa es también una de las destilerías con mayor capacidad de envejecimiento de brandy y para ello, siguiendo la tradición tomellosera, horadaron una cueva de más de 8500 metros cuadrados en la que el tiempo se convierte un aliado para generar un valor incontestable a esas grandes reservas entre las que se encuentra, una de las joyas del brandy a nivel mundial, unas holandas que datan del 1912. En esta cueva envejecen más de 6.000.000 de litros de holandas y aguardientes de vino en un ejemplo de sostenibilidad ya que se conservan en condiciones óptimas de humedad y temperatura sin necesidad de utilizar ningún tipo de energía, por lo que la huella de carbono se reduce a la mínima expresión.

 

La familia López Montero cuenta también con una gran capacidad de producción de uva y por otro lado, se alía con viticultores locales como proveedores, posicionándose entre las bodegas privadas de mayor producción de España. Esto les permite un exhaustivo control de calidad desde la materia prima al producto final, sea holanda o aguardiente garantizando la trazabilidad a sus clientes.

 

En los últimos años Altosa ha crecido en el sector para atender la demanda cada vez más exigente y diversificada con la adquisición de una planta de bioetanol en Alcázar de San Juan que hoy conocemos como INTERALCO.

 

Ante las acusaciones generalizadas al sector destilador en España, Altosa, aun teniendo exigentes procesos de calidad y trazabilidad, ha realizado una auditoría externa de sus existencias en las plantas de Tomelloso y Cognac con análisis de laboratorios externos que garantizan su altísima calidad y el origen vínico de todas sus existencias

Las bodegas, como el resto de negocios, han sufrido evoluciones, han pasado de elaborar vinos para su venta en mercados comarcales, a elaborar vinos de acuerdo a los gustos de los consumidores y para mercados globales, primando la calidad y la imagen, en muchos casos, dejando el precio en un lugar secundario o utilizando éste como un elemento más de marketing. En la misma evolución, han construido nuevas bodegas primando el diseño con proyectos firmados por conocidos arquitectos como Frank Gehry (Bodega y Hotel Marqués de Riscal), Santiago Calatrava (Bodegas Ysios), Rafael Moneo (Señorío de Arínzano)… Otras bodegas, sin tener la firma de conocidos arquitectos, han realizado importantes inversiones buscando un lugar, no solo donde elaborar vino, si no, donde recibir a sus clientes, formarlos en sus aulas de cata, darles de comer en sus restaurantes y alojarlos en sus hoteles. Las bodegas buscan una relación directa con sus clientes, más allá de la uva que cultivan y el vino que elaboran.

La bodega (instalación) se ha convertido en un negocio más, por un lado, en el principal lugar de venta al público de sus vinos, y por otro lado, buscar vínculos entre los visitantes, los vinos y la marca de la bodega a través de sus clubs. Sin embargo, esto en España podríamos decir que es relativamente nuevo y que hemos “copiado” de otras zonas con más tradición como Burdeos y otras zonas más innovadoras como el Napa Valley de California.

El Turismo de interior es uno de los principales responsables de la derivación de éste tipo de clientes a las bodegas. Esto, unido al creciente interés en la cultura del vino hace que en sus desplazamientos de ocio, se programen visitas o estancias en Bodegas que les permita conocer de primera mano la elaboración y los vinos de las bodegas, comer en sus restaurantes maridando con sus vinos, y en otros casos pernoctar en la misma bodega o realizar reuniones de empresa.

Sin datos concretos en España sobre la visita a negocios de enoturismo en España, podemos hablar del incremento de las visitas y pernoctas en hoteles de interior. Hablando de datos concretos, en California se aumentó de 14.8 millones de visitantes en 2002 a 19.7 millones en 2005 en bodegas, un dato que seguramente haya crecido, si bien hay que tener en cuenta que el año 2005 fue especialmente bueno gracias al estreno de la película “Entre Copas” con un Oscar y 5 nominaciones al Oscar entre otros reconocimientos del director Alexander Payne.

El Enoturismo

Dependiendo de la zona, hay diversidad de definiciones para el turismo del vino, una de las definiciones más completas es la establecida por los investigadores australianos Hall y Macionis que definen el enoturismo como «visitas a viñedos, bodegas, fiestas del vino y vendimia que permiten conocer el vino y experimentar con la cata de vinos de una zona o región determinada con el fin de aprender y disfrutar”. Una definición extensa que intenta abarcar todas las orientaciones del turismo del vino. Si queremos resumirlo, diríamos que es “visitas a bodegas y sus viñedos, así como otros actos en los que el vino y su cultura es protagonista”.

El enoturista y sus motivaciones:

A falta de estudios concretos sobre las motivaciones, edades, nivel cultural o gustos de los visitantes a bodegas, se puede hablar de 5 razones generales que se dan en todos los visitantes a bodegas, éstas son:

1) El gusto por el  vino como principal motivación.

2) Para obtener conocimiento y ampliar cultura sobre el vino, variedades y regiones productoras.

3) Experimentar y conocer el proceso de elaboración de vino, (por ejemplo, conocer el enólogo de la bodega, la visita en plena elaboración a las bodegas…)

4) Entorno rural (la belleza de los viñedos, aprender sobre la agricultura, el turismo rural).

5) Turismo gastronómico. Va de la mano del enoturismo. Generalizando, podríamos decir que el buen bebedor de vino es además distinguido en sus gustos por la gastronomía.

El denominador común de los enoturistas en España, es el gusto por el vino y cierta inquietud por aprender sobre éste, a la vez de la diversión junto con el gusto por los paisajes y zonas rurales.  Además la gran diversidad y opciones que hay entorno al vino aporta novedades en cada visita y visitas para todos los gustos y bolsillos.

Razones y desafíos de las bodegas para abrirse al enoturismo.

Razones:

El turismo del vino ha ido en aumento prácticamente en todas las regiones productoras del mundo. En muchos casos, la mayoría, promovidas por los gobiernos regionales dentro de las estrategias turísticas de éstos, con intervención directa en la búsqueda de sinergias con el turismo de interior y evitar la despoblación en las zonas rurales a través de la fijación de negocios orientados con el turismo y la artesanía. En algunos casos se solapan las estrategias y presupuestos regionales con las estrategias y presupuestos locales o de otros organismos independientes, con lo que se terminan creando rutas y nombres dentro de otras rutas que al final terminan por desorientar a los visitantes. Este ejemplo se puede ver en la asociación ACEVIN y la ruta “vino de España” que se solapa con las rutas creadas a nivel regional o a nivel de las DD.OO. de vino.

En España hay muchos ejemplos en los que se han creado estrategias y desarrollado rutas a partir de capital público mediante subvenciones a las asociaciones creadas a tal fin. Esto es positivo, si hay continuidad y una clara apuesta de participación por parte de las bodegas, ya que en caso contrario, como se ha visto, si se reducen o acaban las ayudas públicas, la promoción se reduce o elimina, quedando únicamente una web desactualizada y una serie de bodegas luchando de forma individual.

El incremento de bodegas surgidas en España en la última década, en muchos casos con dinero proveniente del ladrillo, ha supuesto por un lado, un cambio en la imagen de las bodegas, sobre todo en algunas zonas como La Mancha, y por otro lado un detonante para el desarrollo de las rutas de enoturismo, ya que ofrecen instalaciones creadas y pensadas en el turista más que en la elaboración de vinos, unidos a restaurantes y hoteles que al no tener la suficiente demanda y visitas, terminan por cerrarse o prestar un mal servicio (aún peor). Hoy muchas de éstas bodegas-palacio están en venta, la pregunta es si sobre ese precio de venta está descontado el 25-30%  de subvenciones públicas que recibieron al construir la bodega.

Desafíos:

El objetivo final del enoturismo por parte de las bodegas es el incremento del volumen de ventas de sus vinos, unido a una estrategia de marketing relacional con la creación de clubs  que les lleve a “fidelizar” a sus clientes para sucesivas cosechas.

Sin datos estadísticos, se podría hablar que en al menos el 60% de los visitantes de bodegas adquiere al menos un producto, normalmente vino. Cuando se realiza ésta venta, ésta es la más rentable para la bodega, ya que no tiene que pagar intermediarios, además que el precio suele ser más atractivo para el comprador, lo que puede invitarle a una compra compulsiva de mas unidades (sobre todo si esto se hace después de la cata si el vino es de calidad).

Lo que muchas bodegas olvidan, es que los enoturistas, suelen ser conocedores del producto y que han visitado otras bodegas, lo que les hará más críticos tanto con la visita como con los vinos. No se le puede pedir al enólogo que enseñe la bodega, pero tampoco las bodegas pueden pretender que sea cualquiera, sin la más mínima formación, el que la enseñe. En éste punto, tal vez se requiera una formación específica.

Por otro lado, las bodegas han de ofrecer diferencias con respecto a la competencia, novedades o particularidades. En una ocasión, acompañando en una visita a una bodega de un periodista especializado, viendo los depósitos de fermentación y la nave de elaboración hablaba en tono irónico de que esos eran los depósitos nº 2.147.820 que veía en su vida. La bodega es interesante enseñarla, pero si no presenta nada novedoso, tal vez sea más interesante centrarse en los viñedos, en el entorno o en la CATA de sus vinos (que algunas bodegas ni realizan).

No se puede banalizar algo tan vital para la empresa como es el trato con los clientes o potenciales clientes. Éstos, además de comprar el vino en la bodega, lo elegirán en la carta de un restaurante (y dirán a sus acompañantes que esa bodega la visitó el), lo comprarán o lo pedirán si no está en las vinotecas y lo regalarán a sus amistades, en definitiva, se convertirán en prescriptores siempre que el  trato haya sido bueno y la calidad del vino también lo sea.

Además, las bodegas deberán aprovechar sus instalaciones para traer a sus clientes mayoristas, distribuidores, sumilleres… que conocerán de primera mano los productos que a su vez han de vender a sus clientes, conociendo de primera mano las particularidades de la bodega, como elaboran, su gama completa de vinos…

La comunicación en el enoturismo:

Hay cierta similitud por parte de las bodegas a la hora de comunicar, no solo sus vinos, si no también sus negocios de enoturismo. Cuando esto es así, hay pocas diferencias por las que decantarse a la hora de realizar una visita, la principal, siempre serán zonas vitivinícolas de prestigio (en España hablamos de La Rioja y Ribera del Duero) además de otras zonas que presentan un atractivo especial por sus sistemas de elaboración y tradición como es el marco de Jerez con sus bodegas históricas o Cataluña con sus cavas centenarias y la otra opción es la de estar en zonas con un especial interés turístico y asociar la imagen de la bodega a ello.

Cuando se busca en otras zonas, al final se decantarán por algo tan significativo como la marca (que suene mejor) o hasta la presentación de la botella. Las bodegas buscan demasiado la sinergia con sus zonas de influencia, esperando que el visitante que acuda a su zona, lo haga también a la bodega y no al contrario.

Otra de las cuestiones importantes es la poca diferencia en la oferta, cuando has visto 5 bodegas, dejan de sorprenderte (salvo algunas excepciones), por lo que es necesario ofrecer algo más. Ya lo han hecho los principales hoteles de grandes ciudades con sus restaurantes, contratando a cocineros de renombre que haga de gancho para los visitantes a la ciudad y al mismo tiempo, buscar futuros clientes y valorizar su marca. Esto para las bodegas es más difícil pero no imposible, ya se ven algunos ejemplos de bodegas con Spa y Vinoterapia, o bodegas museo como Dinastía Vivanco.

La prensa especializada escrita está perdiendo importancia y tirada, además de ser excesivamente cara. Hace pocos meses desapareció del mercado la revista Sibaritas del mismísimo Sr. Peñín, y otras, tarde o temprano, tomaran el mismo camino. Internet es el presente y también el futuro. Por un lado, es necesario crear páginas webs atractivas y dinámicas diseñadas por profesionales. Por otro lado, trabajar activamente con los buscadores y cada vez más, una mayor presencia en las redes sociales, un filón gratuito y que cada vez cuenta con más adeptos (Twitter o Facebook son las principales) En éste punto, ya hay empresas que prestan un servicio de promoción y mantenimiento de las cuentas en las redes sociales…

Aparte de éstos ejemplos en los que, el cliente llega a nosotros por un interés concreto en el vino, es necesario “despertar el deseo” de otros potenciales clientes a través de campañas publicitarias innovando en el mensaje, nuevamente a través de internet y en la medida de lo posible en TV, aunque siempre es más efectivo los salones de vinos orientados a consumidores finales, las catas comentadas que se realizan fuera de las bodegas, los comentarios y artículos escritos por periodistas especializados y porqué no, aunque con poco espacio físico, las mismas etiquetas de vino pueden servir para lanzar un mensaje o realizar promociones, de manera que el consumidor sabrá de primera mano que la bodega que ha elaborado el vino que está consumiendo, le abre sus puertas.

Errores que nunca se deben tener:

Hay muchos errores en los que no deberían de incurrir, ya que el objetivo que se persigue, no solo se incumple, si no que se vuelve en contra. Ya sabemos lo que supone un cliente insatisfecho…

A lo largo de mis visitas a bodegas he detectado cantidad de fallos y errores. Los más comunes:

Quien enseña la bodega no tiene una formación mínima, y a la hora de explicar el proceso de elaboración dice barbaridades. No se trata de que sea una niña/o muy mona/o con un micrófono y el altavoz de bandolera. Cuanto más alto se hablen los errores, más y mejor se oyen…

Las bodegas se “apuntan” a las redes de enoturismo sin la más mínima vocación y por invitación “política”, esto hace que no tengan la preparación y predisposición suficiente para enseñar las bodegas. Ponen pegas para las visitas y casi nunca están dispuestas los fines de semana. Para eso mejor no estar en ningún sitio. Mejor que no hablen de ti a que hablen mal. Mejor no enseñar nada a no tener nada que enseñar.

Los accesos a la bodega son o difíciles de encontrar y mal señalizados o casi imposible tramitar para un coche (cuanto más para un autobús).

No se prestan a hacer catas de sus vinos, después de una visita larga, la gente espera la cata y lo más que hacen es pasarte por la tienda. “El que quiera catar mi vino que lo haga en su casa previa compra”. La cata debería ser lo primero de la visita, así tenemos ya predispuestos a los visitantes y todo lo verán más bonito y curioso, además, para cuando se quisiera coger el coche, ya se ha pasado el efecto del alcohol.

Aunque no es un error, una bodega excesivamente limpia puede indicar que en ella no se trabaja. Se trata de mostrar el proceso de producción de la forma más natural posible. Un mínimo presupuesto en uniforme de trabajo y normas básicas de higiene si son necesarias.

No se le da suficientemente importancia al viñedo, se afanan por enseñar la bodega y se olvidan que el vino nace de la vid. Un viñedo bien cuidado es un vergel digno de visitar. Claro está, las bodegas que no están ubicadas en los viñedos, solo pueden enseñar la bodega.

Joaquín Parra es director de Wine Up Consulting®, una de las pocas empresas de España especializadas en el sector comercial y marketing de vino. Es profesor de catas, crítico de vinos y creador del curso “Gestión y Comercialización del Vino Español” que se ha impartido por 2º año consecutivo en el Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Ciudad Real. Es mantenedor y creador de la Página web www.ecatas.com, primer panel de cata de vino online. Está en proceso de corrección de un manual de cata y guía de enoturismo que se publicará próximamente. Actualmente está prestando un servicio innovador de Auditoria comercial y Auditoría para establecimientos de Enoturismo.

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